El blanco predomina en la colección que ha presentado Dolce & Gabbana, una colección en apariencia sencilla pero que seguro funciona bien en distancias cortas; se aprecia una reivindicación de la artesanía y del detalle.La estrella es el bordado calado, presente en casi todas las salidas, como si se tratara de un homenaje a la lencería rural mediterránea.
Los looks, que muestran a una mujer muy femenina, con ese ya habitual juego entre la ropa interior-exterior, dejan paso en otras propuestas a prints florales y de leopardo.
El cuerpo de la mujer se realza mediante patrones muy sexys entre los que destacan algunos corsés que recuerdan a formas de los años 50.
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